Necesitamos tu autorización para saber dónde estás y ofrecerte las ofertas de trabajo locales. Cambia los permisos en la Configuración de tu navegador, en Privacidad y Seguridad, y autoriza a Computrabajo conocer tu localización. Mi ubicación Nuevo
Crear CV

Inicio

Computrabajo te ayuda

Qué decir sobre tus fortalezas y debilidades en una entrevista (con ejemplos reales)

Qué decir sobre tus fortalezas y debilidades en una entrevista (con ejemplos reales)

Actualizado el 11 de Diciembre de 2025

Fortalezas y debilidades en una entrevista con ejemplos

Cuando un reclutador te pregunta por tus fortalezas o debilidades, no busca una respuesta “perfecta”, sino entender cómo trabajas, cómo manejas tus retos y qué puedes aportar al equipo. Preparar estos puntos con anticipación te ayuda a responder con naturalidad y evitar quedarte en blanco.

A continuación, te explicaremos cómo identificar tus puntos fuertes y áreas de mejora, cómo presentarlos sin dañarte y qué ejemplos reales puedes usar en una entrevista.

Te puede interesar: Las 11 preguntas más comunes en una entrevista de trabajo

Qué significa hablar de fortalezas en una entrevista 

Las fortalezas no son adjetivos sueltos. Son comportamientos que puedes demostrar. Un reclutador quiere saber cómo trabajas cuando nadie te está mirando, cómo tomas decisiones, qué te resulta natural y qué valores te guían.

Para elegir tus fortalezas:

  1. Piensa en momentos específicos en los que hayas aportado valor: una tarea que resolviste rápido, una situación complicada que manejaste bien, una iniciativa que mejoró el trabajo del equipo.
  2. Identifica qué habilidad permitió que eso sucediera. Tal vez no era solo “organización”, sino tu capacidad para priorizar. O no era “trabajo en equipo”, sino tu habilidad para mediar entre posturas.
  3. Conecta la fortaleza con el tipo de puesto al que aplicas. Las fortalezas que eliges deben tener sentido dentro del contexto del rol.

Ejemplos de fortalezas para una entrevista

1. Organización estratégica

No se trata de tener un escritorio limpio, sino de manejar tareas simultáneas sin perder control. Una persona organizada sabe definir qué es urgente, qué puede esperar y cómo anticipar problemas antes de que escalen.

Ejemplo: “Una de mis fortalezas es que organizo bien mis tareas. En mi trabajo anterior manejaba varias solicitudes al mismo tiempo y, para no perderme, empecé a priorizar por impacto y fecha límite. Eso me ayudó a entregar todo a tiempo incluso en semanas pesadas. Hoy uso ese mismo método para mantener orden y anticiparme a posibles retrasos.”

2. Buena comunicación

Va más allá de “expresarte bien”. Tiene que ver con transmitir ideas de forma clara, escuchar sin suposiciones y adaptar el mensaje según el público.

Ejemplo: “Soy bueno comunicando ideas de forma simple. Cuando trabajé con equipos mixtos, me tocó explicar procesos a personas con niveles distintos de experiencia. Aprendí a ajustar el mensaje y confirmar que todos estábamos alineados. Eso redujo errores y facilitó el trabajo en conjunto.”

3. Resolución de problemas

 No es improvisación. Implica analizar rápido, identificar la causa del problema, probar alternativas y documentar la solución para evitar que se repita.

Ejemplo: “Tiendo a analizar rápido cuando algo no sale como se esperaba. En mi trabajo anterior, cuando surgía un bloqueo, buscaba la causa en lugar de quedarme con el síntoma. Eso me permitió proponer soluciones más efectivas y evitar que los mismos problemas se repitieran.”

4. Capacidad de adaptación

No significa aceptar todo sin cuestionar. La adaptación profesional implica mantener el rendimiento incluso cuando las prioridades cambian, los procesos se actualizan o el equipo se reorganiza.

Ejemplo: “Me adapto bien a cambios de prioridades. En mi rol anterior las tareas podían cambiar de un momento a otro, así que aprendí a reorganizar mi agenda sin perder ritmo. Ese enfoque me ayudó a mantener buenos resultados incluso cuando el plan se movía.”

También te puede interesar: Cómo identificar habilidades blandas

Cómo hablar de tus debilidades sin caer en clichés

Esta parte genera tensión porque muchos candidatos creen que deben ocultar sus defectos. El problema es que eso los lleva a dar respuestas vacías como “soy perfeccionista”, algo que ningún reclutador toma en serio.

Cuando hablas de una debilidad, lo que se evalúa es:

  • Si tienes autocrítica,
  • Si sabes cómo ese reto aparece en tu día a día,
  • Y si estás trabajando activamente en mejorarlo.

Una buena debilidad no te pone en desventaja porque la explicas desde la responsabilidad. Por ejemplo, si te cuesta delegar, no dices “me cuesta delegar” y ya: explicas cómo afecta tu trabajo y qué estás haciendo para evitarlo.

Ejemplos de debilidades en una entrevista de trabajo

1. Me costaba delegar

A veces surge cuando has tenido malos resultados al delegar o te preocupa perder control. El foco es explicar cómo aprendiste a desglosar tareas, comunicar expectativas claras y dar seguimiento sin microgestionar.

Ejemplo: “Antes me costaba delegar porque sentía que podía complicar el trabajo si algo quedaba mal. Con el tiempo entendí que no delegar también genera retrasos. Empecé a dividir tareas con más claridad y a revisar avances rápidos sin microgestionar. Ahora delego mejor y el equipo fluye más.”

2. Hablar en público

No está relacionado con incompetencia. Puede venir de falta de práctica. Una buena respuesta explica cómo te preparas: ensayas ideas clave, estructuras tu presentación y te apoyas en datos.

Ejemplo: “Hablar frente a muchas personas me ponía nervioso. Para mejorar, empecé a preparar mejor mis presentaciones y practicar las ideas clave. También he participado en más reuniones para ganar confianza. Aún sigo trabajando en eso, pero ahora me siento más seguro cuando tengo que exponer.”

3. Pedir ayuda tarde

Le pasa a personas muy autónomas. Explicar cómo aprendiste a pedir apoyo cuando un bloqueo puede retrasar el trabajo demuestra madurez.

Ejemplo: “Tiendo a ser muy autónomo, así que a veces pido ayuda cuando ya invertí demasiado tiempo en una tarea estancada. Lo estoy corrigiendo haciendo pausas para evaluar si avanzar solo tiene sentido o si es mejor consultar a alguien del equipo. Eso me ha ayudado a ser más eficiente.”

4. Impaciencia con procesos lentos

Si te gusta trabajar rápido, te puede frustrar la burocracia. La clave está en explicar cómo gestionas esa impaciencia organizando mejor tus tiempos y estableciendo miniobjetivos.

Ejemplo: “Me frustro un poco cuando los procesos son muy lentos o requieren muchos pasos. Lo estoy trabajando enfocándome en lo que sí puedo controlar: organizar mis tiempos, avanzar en otras tareas y mantener una comunicación clara para no generar cuellos de botella.”

5. Falta de experiencia en un área técnica

No es un problema si muestras la intención de prepararte. Es más creíble decir “no domino X herramienta, pero ya estoy tomando un curso” que fingir conocimiento.

Ejemplo: “No domino una herramienta que se usa mucho en mi área. Para mejorar, empecé un curso y la he ido practicando en tareas pequeñas. Aún no la manejo perfecto, pero voy avanzando y ya puedo aplicarla en situaciones simples.”

Cómo estructurar una respuesta convincente

Para estructurar una respuesta convincente sin sonar ensayado, piensa en un pequeño marco mental que te guíe de forma natural. Primero, menciona la habilidad que quieres destacar, ya sea una fortaleza o una debilidad. Luego, respáldala con un ejemplo real que muestre cómo se ha manifestado en tu trabajo y qué impacto tuvo. Finalmente, explica cómo esa experiencia influye en la manera en que trabajas actualmente. Este enfoque te ayuda a responder con claridad, demostrar criterio y mantener una conversación auténtica sin caer en frases memorizadas.

Cuando entiendes tus fortalezas y debilidades desde la experiencia, la pregunta deja de ser incómoda y se convierte en una oportunidad para mostrar criterio. Lo importante es demostrar que puedes analizar tu propio desempeño, aprender de tus errores y aportar valor real al puesto que buscas.

Si estás afinando tus respuestas para la entrevista, aprovecha para revisar otras oportunidades que puedan encajar con lo que buscas. Mantenerte activo en tu búsqueda te permite comparar opciones, identificar roles que te interesen más y postularte con un perfil actualizado. Explora nuevas vacantes y sigue acercándote al trabajo que mejor se ajusta a tus metas.


Más artículos de Computrabajo te ayuda